Que fue?

En la Guerra del Yom Kippur, la OPEP ejerció su fuerza política por primera vez: cuando se llevaban 10 días de guerra, los dirigentes de la OPEP, el presidente egipcio Anuar al-Sadat y el rey Faisal de Arabia Saudí, anunciaron un embargo de las exportaciones del crudo a todos los países occidentales que proporcionaban ayuda o suministros a Israel. El embargo duró 6 meses, desde octubre de 1973 a marzo de 1974, y pretendía forzar a los aliados de Israel a presionar para que este devolviese los territorios ocupados (véase Antes).

7/26/2010

Remedios para la crisis

Los gobiernos pusieron en marcha un amplio abanico de medidas de ahorro para hacer frente a la crisis del petroleo.
Muchos bajaron los limites de velocidad hasta 80 km/h, lo que redujo el consumo de petroleo. En EEUU, el consumo de petroleo disminuyó un 20% gracias a los esfuerzos de la gente por ahorrar, tanto en combustible como en dinero, recurriendo a fuentes de energía mas baratas, como carbón o energía solar o eólica. Ademas, se extendió el cambio de horario estacional para aprovechar la luz diurna y, como en Alemania, se puso en marcha una política de "domingos sin coche". En Inglaterra, la gente se acostumbro a vivir y trabajar a la luz de las velas en un largo invierno con cortes de luz calculados para ahorrar energía.
Otras medidas fueron la finalización de los programas de televisión a las 10.30 de la noche, el apagado del alumbrado publico a medianoche y la cancelación de partidos de fútbol con luz artificial. Tan solo una dispensa del gobierno permitió que se encendiese la iluminación navideña.
El embargo de la OPEP supuso graves perjuicios para la economía global y consiguió que muchos dirigentes de los países industrializados se decidieran a reducir su dependencia del petroleo de oriente próximo. En muchos casos, el estudio de energías alternativas como la eólica, la solar o la mareal fue subvencionado.
En EEUU Nixon aprobó la construcción de un oleoducto a través de Alaska que podría aportar hasta 2 millones de barriles de petroleo diarios al país. Las grandes firmas automovilísticas diseñaron modelos mas pequeños y mas económicos como alternativa a los enormes coches de las décadas de 1950 y 1960 que ''tragaban'' gasolina.
Japón introdujo reformas en su política energética con miras a evitar una crisis similar en el futuro aumentando su producción de energía nuclear y siendo el primero en producir coches mas eficientes en el aprovechamiento de la energía. A diferencia de otros países industrializados, Japón supero pronto la crisis. Su rápida recuperación se suele atribuir a la decisión del gobierno japones de invertir en industrias no dependientes del crudo, como la electrónica.

La crisis Energética

5% Aumento anual del consumo de crudo al inicio de los 70's
98% Caída de las importaciones de crudo de la OPEP por EEUU
400% Alza del precio del petróleo entre 1973 y 1974

Cuando el embargo afecto a EEUU, la inflación subió mas del 10%, los tipos de interés se dispararon y se produjo un enorme déficit comercial. Las escuelas y comercios adoptaron medidas de cierres regulares a fin de ahorrar combustible de calefacción, mientras se pedía a las familias que bajaran el termostato en el hogar. Los indices de desempleo, un problema cada vez mayor desde principios de la década de 1970, siguieron aumentando, ya que las empresas se vieron obligadas a prescindir de trabajadores. El precio del petroleo para uso domestico se cuadruplico mientras duró el embargo, y hasta un 20% de las gasolineras de EEUU estuvieron sin existencias. En un pais donde el 85% de los trabajadores iba a su trabajo en auto, la gente tuvo que hacer colas de varias horas para llenar el depósito. Nixon, el entonces presidente pidió que se racionara el petroleo hasta un máximo de diez galones por cliente.
El alza de los precios del crudo tuvo en Europa un gran impacto sobre todo en Inglaterra, que adquiría en oriente próximo mas del 80% del crudo que consumía. Antes de la crisis, el gobierno conservador de Edward Heath ya se enfrentaba a una inflación galopante y a las protestas de los sindicatos. En mayo de 1973, 1.6 millones de trabajadores fueron a la huelga a fin de protestar por la imposición de recortes salariales, y conforme avanzaba el año, las relaciones entre los trabajadores y el gobierno fueron empeorando paulatinamente.
En noviembre de 1973, un recorte en las horas extra de los trabajadores de las industrias de la electricidad y el carbón exacerbó la carestía energética británica.
El gobierno de Heath tuvo que declarar el estado de emergencia y limitar a los usuarios industriales y comerciales de electricidad el suministro de combustible hasta un máximo de 5 días cada 2 semanas. Cuando los mineros del carbón se declararon en huelga total a inicios de 1974, el gobierno decretó la "semana de tres días", a fin de ahorrar tanto en el consumo de energía como en el gasto consiguiente. La crisis terminó mediante un acuerdo con el sindicato Nacional de Trabajadores de las Minas que costó al país 113 millones de libras. Cuando la producción de carbón se restableció plenamente, se volvió a la semana de cinco días, en marzo de 1974, aunque las restricciones de consumo de electricidad aun duraron varios meses.

Objetivo del embargo?

El embargo tenia como objetivo al principal aliado de Israel, EEUU, pero no se aplicó a todos los países europeos. Países bajos, que habían enviado armas a Israel y permitido a los estadounidenses usar sus bases aéreas para el envío de suministros, tuvo que hacer frente a un embargo total.
En cambio no se detuvo el suministro de petroleo a Reino Unido y Francia, que habían embargado armas y suministros tanto a los árabes como a los Israelíes. No obstante, el impacto económico de las restricciones en el suministro del crudo sobre el mercado mundial hizo que los precios del petroleo se disparasen. Incluso muchos países que no habían sufrido el embargo no podían permitirse comprar petroleo en las mismas cantidades. Privada de combustible, la producción industrial se ralentizó de modo extraordinario, la inflación se disparó y el mundo entró en una recesión económica.
Se hizo evidente que el boom económico de los países occidentales en la posguerra habían dependido en gran medida de su capacidad de imponer precios bajos a los países productores de petróleo.


Unas notas sobre la crisis de 1973

En 1973 la alianza entre los países productores de petróleo, que vieron posible imponer un cártel de precios que los multiplicó en varios años, creó una crisis sin precedentes desde la última guerra Mundial entre los países desarrollados. Las luces de las autopistas se apagaron, se canceló el tráfico por éstas en los días laborables, y el precio de la gasolina pasó en España de 11 Pta/litro a unas 40 en muy poco tiempo.
Estos cambios en los consumidores fueron paralelos a los experimentados por los productores. En diez años varió totalmente la estructura de la propiedad de los yacimientos petrolíferos. Antes de 1973, un 20 % de los yacimientos eran gestionados por sus países propietarios, y un 80 % por las grandes compañías. En ese intervalo los porcentajes se habían invertido, y siguen hoy así. La oleada de nacionalizaciones desatada acabó en la gestión de los recursos por los propios poseedores.
Pero, a la larga, la crisis acabó perjudicando a estos mismos países, especialmente a aquéllos que tenían el petróleo como único recurso, a medida que se embarcaban en un tren de gastos que tuvo que irse cortando a medida que los países consumidores ideaban nuevas formas de gestión y consumo, a la vez que explotaban nuevos yacimientos.
Uno de los mayores misterios de la crisis del petróleo es por qué Estados Unidos la consintió. Pero la respuesta no es tan difícil si consideramos que en aquellos años el presidente Nixon estaba planeando muy seriamente el futuro de su país y tomando decisiones estratégicas que condicionarían su vida durante mucho tiempo. Ejemplos de ellas fueron la de terminar con la convertibilidad del dólar en oro (1971), fulminando los acuerdos de Bretton Woods de 1944. Otra, terminar con la guerra del Vietnam, iniciada por su antecesor Johnson, y que había sumido el país en un bache de pesimismo del que tardaría en reponerse.
En estas circunstancias, Nixon estaba ya advertido de que, tras tres décadas de consumo galopante de petróleo desde la II Guerra Mundial se acercaba el momento en que las propias reservas estadounidenses peligraban. Un medio de contribuir a la conservación de la estrategia mundial era consentir un encarecimiento del petróleo, cuyos efectos sufrirían mayormente los países europeos y los subdesarrollados sin yacimientos petrolíferos. No cabe duda de que la forma de la idea fue tomada en conversaciones del presidente con su asesor Henry Kissinger.
A la postre la crisis permitió un desarrollo tecnológico comparable al que se produce durante una guerra. En primer lugar hizo posible la explotación de los yacimientos del Mar del Norte, que hasta entonces habían sido inaccesibles por la profundidad de las aguas y lo tempestuoso del mar en aquella zona. En tres años la extracción se quintuplicó y Gran Bretaña quedó bastante a salvo de la crisis. Los propios Estados Unidos consiguieron poner en explotación sus inmensas reservas en Alaska, el oleoducto Trans Alaska (1270 km), obra cumbre de la ingeniería, acabó suponiendo una aportación de 1/3 de la producción petrolífera total de los estados Unidos, no sin vencer dificultades técnicas inmensas, desde la prevención de los terremotos hasta situar las tuberías a 3 m de altura para permitir las migraciones de alces y caribúes. El rendimiento del motor de explosión fue estudiado a fondo, y el consumo mejorado increíblemente: hoy un automóvil se mueve por niveles de consumo de la mitad de los de antes de la crisis. También el comercio se hizo más rápido y ágil con la aparición de los superpetroleros, y en definitiva la gestión del oro negro acabó revirtiendo los efectos del alza. Se pusieron en explotación nuevos yacimientos de petróleo y carboníferos, y a la vez muchos países de la OPEP entraron en crisis por su disminución de ventas, que les cortaba los ingresos a los que se habían acostumbrado. Sus poblaciones, acostumbradas a vivir de la subvención estatal, tuvieron que disminuir sus niveles de consumo o afanarse en buscar nuevos métodos de producción y creación de riqueza distintos de la mera extracción casi gratuita de sus reservas.
Tres décadas han transcurrido. Todo ha cambiado mucho, pero hoy la situación puede repetirse. La baratura petrolífera de los primeros 70 tiene su paralelo en la economía occidental de hoy con la de las materias primas suministradas por una China en expansión irrefrenable. En Occidente nos hemos acostumbrado a comprar alimentos, ropa, suministros informáticos y todo tipo de objetos a precios muy baratos, que han elevado sin mérito nuestro el nivel de vida al permitirnos mayores índices de consumo. Esto se ha traducido en una actitud bastante peligrosa: se da por descontado que la actual prosperidad es indefinida y que la máquina económica seguirá funcionando ella sola y sin esfuerzo por nuestra parte. Nuestro consumismo desenfrenado se da por supuesto e inagotable.
Pero imaginemos qué ocurriría si de pronto China decidiera duplicar los precios de los productos que de forma tan barata suministra a Occidente. Una maniobra así sería imposible en otros países acostumbrados a la libertad de comercio, en los que los precios de los productos se autorregulan a través de la competencia y no por ninguna orden estatal. Pero cuidado, China es distinta. Aunque de facto se haya convertido en un capitalismo vergonzante, en la práctica sigue gozando de una típica característica comunista: el país se rige mediante un poder dictatorial y no democrático. Esto quiere decir que una decisión de este tipo podría ser tomada por sus gobernantes sin importarles demasiado el hecho de que con ella se reduciría drásticamente la demanda. Un régimen doctrinario como son los comunistas es capaz de tomar decisiones políticas de esta envergadura.
Con ello China saldría perjudicada. Pero mucho más los países que tan alegremente se han acostumbrado a disponer de sus suministros baratos. El nivel de vida de Occidente retrocedería de forma drástica. Imaginemos los precios de productos de primera necesidad como son las ropas, los juguetes o incluso los productos alimenticios subiendo como un cohete. El nivel de consumo se reduciría, muchas industrias cerrarían, aumentaría el paro y nos encontraríamos con que los países habían protegido su capacidad de elaborar materias primas (nadie se dedica hoy a la agricultura y a labores sustituibles por importación)…
¿Quiénes serían los más perjudicados? Sin duda los países que no hayan ocupado de poseer un nivel tecnológico que les hiciera ser cotizados en el mercado internacional. Entre los cuales se halla España, donde nos hemos acostumbrado a la intermediación, a la franquicia y al escaso nivel tecnológico.¿Pueden cumplirse estos negros augurios? Se cumplirán sin duda, pues la economía se irá ajustando hacia una mayor valoración de la mano de obra china (no olvidemos que nuestra actual prosperidad se basa en sus míseros sueldos); nuestra única esperanza es que lo hagan de forma suave y alejada en el tiempo.

Chile: Crisis de 1973

ANTECEDENTES DE ORDEN ECONÓMICO
Chile vivía una profunda crisis económica desde 1972, provocada por la tasa inflacionaria más alta de su historia (y del mundo en aquella época), además de que se vivía un descenso muy agudo de la producción provocado tanto por el deterioro del comercio exterior e interior, lo que se sumaba a que el país vivía un desabastecimiento general de los artículos esenciales para el diario vivir. Estos antecedentes se debían en parte al magro desempeño de la mayoría de las tierras y empresas estatizadas o en vías de estatización, lo que se agudizaba aún más por la negación en el otorgamiento de préstamos, créditos e inversiones de parte de los EE.UU. y sus aliados, como forma de oponerse al gobierno socialista de Salvador Allende. Además dentro del país la derecha ejercía una oposición destructiva organizando paros y huelgas, con los cuales se fomentaba el desabastecimiento y con ello la presión social hacia el gobierno de Allende, además de una serie de atentados de la extrema derecha (de grupos como “Patria y Libertad”) a centros vitales para el buen funcionamiento del país (centrales de energía, líneas de ferrocarriles, fábricas, etc...). Todos estos factores fueron preponderantes en el deterioro de la situación económica y con ello de la política que culminó con el golpe militar del 11 de Septiembre de 1973.



ANTECEDENTES DE ORDEN POLÍTICO
Dentro de los antecedentes políticos podemos señalar que los EE.UU. vieron en el triunfo de Allende en Chile, el triunfo de la URSS, lo que era peligrosos ya que se podía expandir hacia otras naciones, con lo cual se empezó con la planificación de una intervención tanto política como económica en los asuntos internos y externos del país. De la misma manera a través del Congreso en el nivel político y de gremios productivos y profesionales en el nivel económico – social, empezaron a presionar fuertemente al gobierno para que abandonara su proyecto socialista, con lo cual la Unidad Popular se veían en la disyuntiva de dejar su modelo y seguir gobernando o seguir aplicándolo con serios costos para la gobernabilidad. Esto hacía que el gobierno estuviera constantemente al borde de la ley para poder gobernar y hacer cumplir su programa lo que provocó serios roces entre el gobierno y el poder judicial (fundamentalmente la corte suprema) que lo acusaba de negligente o inconstitucional. De esta manera la derecha (y luego la Democracia Cristiana) empieza a presionar a las Fuerzas Armadas y de Orden intervenir saliéndose de la Constitución, las cuales por su parte ya habían iniciado el debate producto de que la oficialidad empezaba a tomar partido entre intervenir o no, apoyando o no con esto al gobierno, con lo cual se podía iniciar una guerra civil.



ANTECEDENTES DE ORDEN SOCIAL
Se propagó una grave violencia civil ya que muchos tomaban la justicia por sus manos. Es así como en muchas ocasiones las tomas de predios y fábricas se convertían en verdaderas batallas en donde la fuerza pública se veía sobrepasada. De esta manera los sectores gremiales y profesionales, asimismo como los partidos opositores al gobierno, vieron en peligro su derecho la propiedad privada debido a la débil acción del gobierno en esta materia. Por su parte se utilizaba al máximo la legislación existente de parte del gobierno para hacer cumplir su programa lo que los opositores era visto como abuso de poder y por sus partidarios como la única forma de lograr el cambio social necesario, por ello, los grupos que no eran directamente beneficiados por las medidas que tomaba el gobierno (como por ejemplo los trabajadores de las pequeñas y medianas industrias que no serían nacionalizadas) también empezaron a presionar en demanda de participar y con ello beneficiarse de los cambios que se producirían supuestamente.



ANTECEDENTES DE ORDEN IDEOLÓGICO - CULTURAL
El clima de polarización política y social era ciertamente alentado por los diferentes medios de presa en el cual representaban la parte opositora como dañina para la sociedad y que no merecía ni el respeto ni el reconocimiento de esta. Este clima llevaba a la realización de muchos excesos por parte de los bandos en disputa (en ese momento el centro y la derecha unidos en contra de la izquierda), clima que también abarcó a las Fuerzas Armadas que bajo la doctrina de la “Seguridad Nacional” (doctrina creada en EE.UU. que señalaba que los países no se debían dejar influenciar por doctrinas externas, principalmente el marxismo proveniente de la URSS), por lo cual estas poco a poco se alineaban en contra del gobierno de la Unidad Popular.



FUENTES
El orden
social existente hasta antes del gobierno de Frei Montalva en donde los trabajadores se encontraban indefensos ante el patrón fue sistemáticamente alterado por las ideologías y programas de gobierno de la Democracia cristiana y de la Unidad Popular. En este sentido, el gobierno de Allende implementó los mayores cambios a este sistema social producto de su idolología. La siguiente es una fuente en que Allende se dirige a los trabajadores de todo el país:

  • FUENTE 1: EXTRACTO DE DISCURSO DE SALVADOR ALLENDE A LOS TRABAJADORES
    “En repetidas oportunidades me he dirigido a los trabajadores para hacerles entender que en una cosa son sus derechos –que por cierto nadie me va a enseñar a respetar-; otra es el compromiso contraído con mi conciencia para convertir en realidad el programa de la Unidad Popular, y otra cosa son las precipitaciones, las actitudes demagógicas, las improvisaciones o el espontaneísmo en que, en diversas ocasiones, sectores de trabajadores han creído conveniente caer...”
    Extracto del discurso de Salvador Allende a los trabajadores en cadena de radio y televisión el 3 de Abril de 1973
  • FUENTES ICONOGRÁFICAS: Los factores políticos y económicos durante esta época están fuertemente relacionados entre sí como se pude apreciar en las dos caricaturas siguientes.







Antes...

En 1948 se creó el Estado de Israel en territorios pertenecientes a Palestina. Los paises árabes ricos en petroleo rechazaron la legitimidad de Israel y respondieron con represalias militares para recuperar esas tierras.


Formación de la OPEP:
En 1960 se fundó la Organización de Países Exportadores de Petróleo. Sus miembros que incluyen a Irán, Iraq y Arabia Saudí, eran países en desarrollo que intentaban afirmar sus derechos en un mercado dominado por multinacionales petrolíferas extranjeras. La OPEP ha ido ganando poder a medida que las reservas petrolíferas han ido escaseando en otras partes del mundo.

La Guerra de los 6 días:
En 1967, Egipto cerró a Israel el acceso al golfo de Aqaba. Durante la subsiguiente guerra de los seis días, Israel derrotó a Egipto, Siria y Jordania, y se hizo con los llamados "territorios ocupados".

Malestar en el mundo Árabe:
La humillación y las pérdidas territoriales por la guerra de los 6 días agudizaron el resentimiento Árabe contra Israel y contra los gobiernos occidentales que lo apoyaron.